Una vez, alguien me dijo: “Viajar es lo único que comprás y te hace más rico”. En este último tiempo muchos me lo repitieron. Siempre me pareció una frase muy acertada pero, recién ahora en pleno viaje, puedo decir que es tal cual. Conocer otros países, otras culturas, otras formas de vivir te abre los ojos. Te vuelve más perceptivo porque mientras uno aprende de lo nuevo también se vuelve más consciente de sus raíces. En este lugar tan alejado y distinto estoy conociendo una nueva cultura pero, también, estoy conociéndome más a mí y a mí forma de ser. Es en lo desconocido donde uno se va descubriendo.
Lo que se viene…
6 días y un par de horas. Para ese entonces voy a estar con tres amigas en un avión rumbo a Sevilla, España. Pero antes de mirar para adelante, hay un par de cosas del pasado que valen la pena ser contadas para que esta historia se entienda un poco más.