Por: Miriam Molero
Un asesinato, un padre vengador, un mafioso infantil, unos serbios prendidos fuego y una matanza progresiva en la blanca inmensidad del paisaje noruego. “En orden de desaparición” o -me gusta más el título original- “Kraftidioten” (Superidiotas), lo mejor del cine noruego que se presenta en Pantalla Pinamar 2015.
Nils tiene 45 años, una esposa, un hijo que ya no vive en casa. Acaba de ser honrado como Ciudadano Ejemplar a pesar de su condición de inmigrante y a pesar de que su tarea cotidiana es barrer las descomunales e interminables toneladas de nieve que se acumulan en los caminos y rutas del perdido pueblito noruego que habita.
En su modesta medida, sin embargo, todo es perfecto.
Hasta el instante en que, por encima del estruendo de su trabajo, Nils escucha los gritos desgarradores de su mujer.
Su hijo está muerto.
“Sobredosis”, afirman los médicos.
Aunque sabe que su hijo no era un adicto, la duda consume a Nils y una noche, justo cuando está a punto de suicidarse, el verdadero responsable le arroja un dato: la mafia. Esa pista es la punta de una cuerda y Nils comienza a tirar de esa cuerda porque es su única razón de vivir. Va a encargarse no solamente de quien jaló el gatillo sino también de quien dio la orden de matar.
A partir de aquí lo que podría haber sido un drama de acción se convierte en una comedia negra con una mezcla de estilos entre “Rockanrolla” y “Fargo”, cuyo protagonista, el ciudadano ejemplar, el solitario barredor de nieve, va a transmutar en Harry el Sucio o en el Liam Neeson de “Búsqueda Implacable”.
Del otro lado (ni en orden de aparición ni orden de desaparición):
* Una mezcla de nacionalidades, ascendencias y la sombra del racismo en diálogos cargados de prejuicios en todos los frentes.
* “El Conde”, el jefe mafioso de la nueva era: vegano, sensible, impredecible.
* La ex esposa de El Conde (es la actriz que hace de periodista en la serie “Borgen”) y sus reclamos de ex-esposa.
* El hijo de El Conde, un chico del futuro que, al parecer, es más inteligente que quienes lo rodean incluidos sus padres.
* “Papa”, el viejo jefe mafioso serbio, línea tradicional. Y la “oficina” donde trabaja.
* La decoración en la casa de El Conde.
* El oscuro pasado del hermano de Nils, alias Wingman. Y, por supuesto, la decoración de su casa.
* Los lazos emocionales entre matones.
* Las brutales máquinas barredoras de nieve
* Las pésimas decisiones.
* La idiotez.
“Kraftidioten” participó en la competencia oficial de la Berlinale 2014. No ganó el Oso de Oro pero tiene varios otros premios en su haber incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (por el extraordinario papel que hace Pål Sverre Hagen como El Conde). Debería rankear también en fotografía, diseño de arte, vestuario, montaje y, por supuesto, mejor guión, a cargo de Kim Fupz Aakeson.
“En orden de desaparición” (Kraftidioten) es una gran película.
No será estrenada comercialmente en la Argentina.