Tres partidos jugados, tres ganados. Nueve puntos sobre nueve. Realmente el comienzo de River en el Torneo Final es inmejorable. Es verdad que aún hay mucho por mejorar en el funcionamiento del equipo, pero el cambio respecto al año pasado es muy notorio.
Está claro que la figura más desequilibrante hoy es Ramón Díaz. Por lo que transmite, por lo que contagia. Viendo el partido ante Tigre lo escuchaba gritar “Dale, dale”, cada 2 minutos. Está bien, no eran indicaciones precisas, pero era una forma de exigirles a los jugadores que tenían que seguir atacando para encontrar el triunfo, que por fin llegó en los últimos minutos.
El año pasado justamente le criticaba a Almeyda su pasividad desde el banco, como que todo lo que pasaba delante de sus ojos lo dejaba conforme. Hoy los jugadores saben que si no rinden, salen, que si no les salen las cosas, otro compañero podría ocupar su lugar. Que hay que dejar todo en los 90 minutos.
Barovero aparece en los momentos justos, la defensa tiene algunas filtraciones pero en líneas generales responde. En el mediocampo se afirma Vangioni, Ponzio es el que se sigue poniendo el equipo al hombro, Ledesma no desentona y Sánchez sigue con cierta irregularidad que deberá superar. Porque cuando está enchufado es imparable.
Por su parte Lanzini deberá entender que él tiene que pedir todas las pelotas, porque para eso está el enganche. El domingo tuvo un jugadón sobre el final del primer tiempo que casi termina en golazo. Pero tiene que tener 3 ó 4 de esas o al menos pases de gol. Y todavía sigue en deuda, más allá de que por mi parte sigo confiando en él.
Adelante está Mora que en cualquier minuto te cambia el partido, como ocurrió el domingo y Trezeguet, que cuando no mete un gol cuesta encontrarle virtudes a juego. Aunque le sobra paño para acomodarse en los próximos partidos. Eso sí, creo que ya tiene claro que en la medida que no le salgan las cosas, su lugar será ocupado por Iturbe, Luna o Funes Mori y que en todo caso, será él el que entre en el segundo tiempo, cuando los defensores rivales ya estén más cansados.
El domingo hay un partido clave contra San Lorenzo. El año pasado no pudimos ganarle a ningún equipo grande. Espero que contra los “cuervos” podamos comenzar a cambiar la historia.
Saludos
Ariel Wolman
@awolman